Cómo tener una relación personal con Jesús...
1. RECONOCE TU CONDICIÓN.
Para encontrar el camino a la vida eterna con Dios, debo admitir que estoy perdido en el pecado. Romanos 5:12 nos enseña que desde Adán y Eva, el primer hombre y la primera mujer en la tierra, una naturaleza pecaminosa ha estado presente en todas las personas. Romanos 3:23 dice: "Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios". El pecado es cualquier acto contrario a las leyes y mandamientos de Dios, y esos pecados que he cometido me separan de Dios. Siempre que me he perdido, he pagado algún tipo de penalización. He llegado tarde a un evento especial y, en alguna ocasión, he recibido una multa por exceso de velocidad. El pecado también tiene una penalización. Romanos 6:23 dice: "Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro". La "paga" o pago por nuestro pecado es la muerte espiritual y la separación eterna de Dios.
2. LA RELIGIÓN Y LAS BUENAS OBRAS NO SON LA RESPUESTA.
Las religiones intentan crear sus propios caminos hacia Dios. Sus sistemas pueden parecer lógicos, pero no pueden salvar la brecha creada por nuestro pecado. Proverbios 14:12 dice: «Hay camino que al hombre le parece derecho, pero su fin es camino de muerte». En otras palabras, nuestros pensamientos y caminos no son lo que importa. La Palabra de Dios, la Biblia, ofrece verdaderas respuestas de gracia y perdón. En Efesios 2:8-9, la Biblia dice: «Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe».
3. LA BUENA NOTICIA: JESUCRISTO PROPORCIONÓ EL CAMINO.
Aunque estábamos perdidos y separados de Dios, Él nos amó, y porque Él es amor, envió a su Hijo a morir en la cruz y resucitar tres días después. Juan 3:16 explica: «Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna». Mediante la muerte y resurrección de Jesús, Él se convirtió en el pago por nuestro pecado. ¡Tomó nuestro lugar como nuestro Sustituto! Ahora, no tenemos que pagar por nuestro pecado nosotros mismos. Por su gracia, la salvación está provista. En Romanos 5:8, la Biblia dice: «Mas Dios muestra [es decir, demostró] su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros».
4. ARREPENTIRSE Y CREER PARA RECIBIR EL DON GRATUITO DE LA SALVACIÓN A TRAVÉS DE JESUCRISTO.
Para tener una relación con Dios y un hogar eterno en el Cielo, debemos alejarnos de nuestro pecado y de nuestros propios esfuerzos por salvarnos, y en cambio, depositar nuestra plena confianza solo en Jesucristo para el perdón de nuestros pecados y la vida eterna. El arrepentimiento no se trata de cambiar de rumbo ni de cambiar nuestro estilo de vida; se trata de un cambio de actitud hacia el pecado, viéndolo como Dios lo ve y deseando ser liberados de él. Creer significa más que simplemente estar de acuerdo con algunos hechos sobre Jesús. Es confiar completamente en Jesús y solo en Él para perdonar nuestros pecados, satisfacer la ira del Padre y declararnos justos ante un Dios santo. En Romanos 10:13, la Biblia dice: «Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo». Esta es una promesa directa de Dios: si le oras, confiesas que eres pecador, le pides perdón por tus pecados y recurres solo a Él para que sea tu Salvador, entonces Él promete salvarte y darte el regalo de la vida eterna. Puedes tomar esa decisión hoy clamando a Dios con fe.
¡Nunca te arrepentirás de esa decisión! Si acabas de confiar en Cristo, nos encantaría conocer tu decisión y darte una Biblia y otros materiales para que aprendas más sobre esa nueva relación. ¡Llámanos al 919-734-8700 y cuéntanos hoy mismo!